jueves, 9 de abril de 2015

Intervención bañador

SIN IMÁGENES, importa más el fondo que la forma, siempre.

En contra de lo que está "mandado" se me ha ocurrido "innovar" esta primavera y con el título de mi blog, hago un guiño a la sociedad bestial en que sobrevivimos. No voy a obligar a nadie voy a intentar convencer de las ventajas tan grandes y de la satisfacción que se siente cuando uno toma la decisión por propia voluntad y con ganas. La felicidad está llamando.
Transformar la famosa y a la vez aniquiladora "operación biquini" condenada al fracaso, en la fabulosa y exitosa "INTERVENCIÓN BAÑADOR", el triquini es demasiado arriesgado pero no lo descarto para más adelante.
Somos algo más que un "cacho carne", si de eso nadie tiene dudas ¿a qué tanto interés en hacernos desaparecer? Detrás de una gran persona se esconden miles de empresas feroces con las garras dispuestas a tentar nuestra belleza real. A base de dietas pretenden que seamos invisibles y se están pasando tanto que el efecto rebote les va a estallar en cualquier momento.
En este instante están ahí retorciéndose el cerebro a ver con qué nuevos productos nos sorprenden y someten, su intención no es otra que caigamos en sus redes para siempre.
Pero del abismo resurge una generación de seres infalibles, ganadores, dispuestos a ponerse el mundo delante y brillar con luz propia. Somos los que regresamos para "intervenir" en cada caso y no dejar pasar ni una.
Decimos NO, se acabó el régimen. Me pongo el bañador o el biquini, o el triquini, y me voy a la playa, a la piscina y voy a estar en paz de una vez por todas.
Tengo la impresión de que se habla mucho de la anorexia, de la bulimia, de la vigorexia, de que no se hace nada a gran escala, de momento yo he escrito esto.

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