Regresó SALVADOS con un tema que a todos nos incumbe, ahora pienso en que debería hacer fundas chulas, el dichoso móvil.
Confieso que a veces me lo dejo a propósito, no me considero una adicta. Hace unos meses, sin ir más lejos, estuve sin el aparato unas semanas, es cierto que en ocasiones lo echaba de menos, pero ni sentí abstinencia ni ansiedad, al contrario, yo afirmaría que la mayor parte del tiempo me sentía liberada.
| si en ocasiones te invade la ira, antes de pegarle un tiro a alguien, tómate una aspirina, ponte los tapones y el antifaz y échate una siesta |
Los que nacimos antes de que existiera sabemos que se puede vivir sin él, no lo necesitamos realmente, igual que no necesitamos la mayoría de cosas. Me alegro de ser un poco vieja, me entristece observar a los niños abducidos por el demonio en forma de móvil.
Internet es satanás, el diablo.
No exagero, he visto familias sentadas a la mesa sin hablarse, sin ni siquiera mirarse, las reuniones familiares alrededor de la comida ya no son la excusa para verse y conversar, las de amigos ya no son para ponerse al día, porque estamos al segundo enterados de todo cuanto les sucede. Ya no hay secretos guardados para ocasiones especiales, lo único que cuenta y vale es "lo inmediato".
LA FERIA DEL MÓVIL: la tentación está cerca, nos acecha, nos atrae, de otros países se trasladan para caer gustosamente. Y los vecinos del carrer Aragó estamos otra vez, y esta vez todavía más, tragando las consecuencias.
Lo que me sirve de introducción a la segunda parte de este escrito.
| difultad fácil: para poner tu móvil creaciones hechas a mano |
EL RUIDO Y EL POLVO
¡Bendito horario español!, por una vez ha servido para algo.
He descubierto algo magnífico, y aunque fuera evidente, hasta ahora no me había dado cuenta.
Os pongo en antecedentes: para ir de casa a la tienda he de coger el 20, la parada está justo al lado del antiguo edificio de la telefónica, actualmente en obras faraónicas. Construyen pisos, el más barato 400.000 euros. Ruido y polvo. Desfachatez y desvergüenza también.
Están haciendo nueva la acera del lado de la calle donde vivo, obras innecesarias, costosas e incómodas. Por si ya de por sí no fuera bastante tóxica, más ruido y más polvo.
Lo bueno es que mi horario es flexible, dentro de los límites que marcan los pipis de Chispita, y mi atrofiada salud, claro.
Para no acabar envenenada en todos los sentidos, mi sentido común, audaz pero tardío, se ha percatado de algo, los abreros "comen" y para "comer", paran.
A las 14h. de hoy, he cogido el bus y ha sido fantástico. ¡Bravo!, evité el ruido y el polvo.
| adquisiciones del Desván Encantado no contaminan, no molestan son geniales |
EL BUS
Espero que el del intermedio tenga el éxito que se merece, del otro no pienso hablar, no le voy a dar publicidad que no merece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario